Skip to main content

La historia del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá está repleta de irregularidades. En el último año, la Corte Suprema de Justicia ha multado a su directora, María Cristina González, por violar el debido proceso en casos de migrantes y la política restrictiva decretada por el SNM con ciudadanos nicaragüenses ha puesto a ambos países al borde de un serio conflicto diplomático.

Así mismo, como recuerda el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) en su último comunicado sobre la expulsión de dos activistas de HREV, en noviembre de 2010 el Estado panameño fue condenado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por el caso de Vélez Loor, deportado después de casi un año de detención en la provincia de Darién.

Solo en el año 2010, Panamá deportó a 746 ciudadanos extranjeros. Durante su reclusión en las celdas del SNM, Paco Gómez Nadal y Pilar Chato, ambos miembros de HREV, pudieron constatar la situación de indefensión de varios migrantes (entre ellos nicaragüenses, chinos, pakistaníes o dominicanos) que llevan meses en situación de indefensión jurídica. En el caso de un grupo de ciudadanos pakistaníes la situación era dramática ya que llevaban cinco meses confinados en unas instalaciones muy precarias a pesar de haber solicitado legalmente el estatus de refugiados.

Informes de la Defensoría del Pueblo de Panamá han señalado al SNM como una de las instituciones menos transparentes y donde hay más riesgo de violación de Derechos Humanos.

Leave a Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.